Recuperar el apetito: hacer de la comida una experiencia placentera

¿Qué se debe hacer si una persona cercana pierde peso involuntariamente o no come tanto como debería?

La falta de apetito, la pérdida del gusto y la dificultad para comer son causas frecuentes de desnutrición: coméntelo con él y con su médico de cabecera.

Por encima de todo, es importante seguir una dieta variada y equilibrada y hacer de las comidas una experiencia placentera.

Antes y durante las comidas: ¡utiliza los 5 sentidos!

La presentación de la comida es esencial para hacerla apetitosa. No dudes en presentarla de forma atractiva en el plato, utilizar una vajilla y cubertería bonitas y poner la mesa.

Preparar la comida en casa con tu ser querido permitirá que los olores recorran la cocina y le despierten el apetito.

Preparar la comida con tu ser querido, pedirle ayuda para pelar las verduras… todo lo que pueda hacer de la comida y su preparación un momento de intercambio y convivencia le ayudará a abrir el apetito.

El sabor de la comida es esencial para estimular el apetito.

Elige alimentos frescos y de temporada que sepan bien, y no dudes en realzar el sabor de tus platos con especias y otras hierbas. Variar los sabores y los placeres, comer alimentos variados y platos diferentes en cada comida estimulará el apetito de tu ser querido.

Durante la comida, asegúrate de que tu ser querido está cómodo. Si es mayor, comprueba que lleva dentadura postiza -para masticar- y audífonos -para que pueda oírte y hablar con facilidad durante la comida-.

También puedes ayudar a tu ser querido a comer sin que se sienta demasiado asistido, fomentando su autonomía: pon a su alcance todo lo que pueda necesitar (cubiertos, agua, sal, etc.), ábrele el bote antes de acercárselo, etc.

Sobre todo, dale tiempo para comer, plato a plato, sin prisas.